Saber cómo hacer pan sin gluten esponjoso puede que cause algo de impresión al inicio, ya que muchas veces no contamos con los conocimientos técnicos sobre harinas, levaduras y fermentaciones.
Pero no os preocupéis, es normal tener algo de reparo al principio, pero con tiempo, práctica y los ingredientes adecuados se puede conseguir.
En el artículo de hoy nuestros chefs os han preparado una de las recetas infalibles para elaborar un pan crujiente por fuera y esponjoso por dentro.
Así que toma nota de los ingredientes y los elementos que vamos a necesitar y ¡manos a la masa!
Os dejamos una receta sencilla, pero redonda, para poder usar este pan sin gluten, nuestra receta de migas sin gluten estilo aragonesas.
Ingredientes
- 500 g de harina panificable.
- 4 g de levadura deshidratada o 10 g de levadura fresca prensada.
- 400 g de agua embotellada o si es del grifo la dejaremos reposar 2 horas.
- 20 g de semolina de arroz o de harina panificable.
- 1 vaso de agua.
Utensilios que recomendamos utilizar
Os dejamos un listado de los elementos que consideramos útiles para la correcta elaboración de esta receta. Si no tienes alguno de ellos no te preocupes, ya que se puede elaborar igualmente, aunque quizás el resultado no sea 100% el mismo, estará delicioso también.
Banetonn
Es uno de los instrumentos más necesarios y útiles a la hora de elaborar pan.
Se usa para depositar la masa, una vez tiene ya la forma hecha, y ayudarla a que no se deforme durante el proceso de fermentación, consiguiendo un pan más voluminoso y de gran calidad.
Si no tenemos banetonn podemos hacer uno de forma casera con un cestillo de mimbre o un material similar y cubriéndolo con una tela de lino o algodón suave.
Diferentes boles o recipientes para pesar los ingredientes.
Espátula o cuchara grande resistente.
Tamiz o colador grande.
Caja profunda con tapa.
Piedra de asar, cazuela de barro o similar.
Robot de cocina o batidora eléctrica.
Esterilla eléctrica.
Cómo hacer pan sin gluten en casa: Paso a paso
Una vez tenemos todos los ingredientes pesados y los utensilios preparados es el momento de ponerse el delantal y comenzar la aventura del pan sin gluten más rico del mundo.
Preparación del horno
Encendemos el horno a 230º con calor arriba y abajo y encendemos también el ventilador.
Os recomendamos que situéis los elementos, como observaréis en la imagen de abajo, de la siguiente manera:
- En el suelo del horno colocar una bandeja de horno honda con capacidad para albergar el contenido de un vaso de agua. No hace falta que sea muy profunda, ya que no es mucha cantidad.
- A continuación, ponemos una bandeja con rejilla.
- Y por última, encima de la rejilla, dispondremos una piedra de asar.
Amasado
Llega la parte más divertida, ¡vamos a meter las manos en la masa!
- En un bol y con la ayuda de una batidora eléctrica, mezclamos la mitad de harina panificable, el agua y la levadura hasta obtener una masa semi líquida, pero homogénea. En caso de no tener un robot de cocina se puede hacer la mezcla en un recipiente con una espátula y algo de paciencia hasta que no queden grumos de la harina.
- Seguidamente, incorporamos el resto de la harina en forma de lluvia sin parar de remover. Iremos tamizando con un colador o tamiz para que la masa quede lo más fina y pura posible.
- Con la ayuda de una cuchara o espátula consistente acabaremos de amalgamar la masa. En el caso de tener un robot de cocina en casa echaremos toda la harina, la levadura y el agua de una vez y se amasará solo hasta obtener la consistencia deseada.
- Una vez tenemos la masa lista, espolvoreamos el banetonn con semolina de arroz o bien con un poco de harina panificable para que no se adhiera al recipiente y sea mucho más sencillo desmoldarlo.
- Metemos la bola de masa en el interior y le vamos dando vueltas circulares con el objetivo final de dar forma al pan.
Fermentación y levado
Este punto quizás es uno de los delicados, ya que a veces se cometen errores en los tiempos de levado que dan como resultado que el pan no quede todo lo esponjoso posible y no aumente lo suficiente su volumen final.
- Para ello, aconsejamos meter el banneton dentro de una caja con tapa e introducir también un pequeño recipiente con agua dentro.
- Debajo de la caja colocamos estratégicamente una esterilla eléctrica a mínima potencia durante 30 min.
- Pasado este tiempo la pararemos, aunque el proceso de fermentación aun no habrá finalizado por lo que lo dejaremos unos 40 minutos más sin el calor encendido.
- Trascurridos estos minutos podremos observar cómo nuestra masa habrá duplicado su volumen, ¡eso es que está lista!
Horneado
Llegamos hasta el paso final de cómo hacer pan sin gluten esponjoso en casa.
- Enharinamos una bandeja o una superficie plana del revés y volcamos el banetonn para que el pan caiga directamente sobre la harina.
- Es importante no saltarse este paso porque así evitamos que al introducirlo en el horno podamos sufrir cualquier tipo de quemadura.
- Abrimos el horno y deslizamos el pan sobre la piedra que teníamos calentando en el horno. Cerramos el horno y seguidamente vertemos el vaso de agua lleno en la bandeja inferior. Rápidamente volvemos a cerrarlo.
- Después de 10 minutos, reprogramaremos el horno a 210 °C y apagamos ventilador, de esta manera lo dejaremos 30 min. Seguidamente, volvemos a bajar la temperatura a 190 °C y lo dejaremos hornear 20 minutos más.
- Por último, abriremos la puerta el mínimo que nos permita para dejarlo durante 8 minutos que respire.
- Transcurrido el tiempo de cocción, paramos el horno y sacamos el pan para dejarlo reposar sobre una rejilla. Este es otro de los pasos vitales para evitar que la condensación nos reblandezca la preciosa y crujiente corteza.
Y ahora llega el paso más complicado de todos, ¡no hincarle el diente recién sacado del horno! Así que por muchas ganas que tengamos de probarlo gracias a su aroma y a su presencia, ¡no lo hagáis! Ya que podremos echar por tierra todo el trabajo que hemos ido haciendo.
Esperamos que os haya gustado nuestra receta y que ya sepáis cómo hacer pan sin gluten esponjoso artesanalmente. Ahora solo tenéis que empezar a elaborar vuestros propios panes en casa.
Ya veréis la diferencia en cuanto a sabor, textura y, sobre todo, el orgullo de ver crecer una bolita de masa de la nada y convertirse en un delicioso bocado.
¡Buen provecho!